Detener la marea de patentes actualizadas sobre productos biológicos de grado farmacéutico requerirá una estrategia significativa y una política de salud pública viable, según un equipo de investigación que analizó patentes, reacciones a los medicamentos y el costo, publicado en el International Journal of Drug Development.
Los coautores dirigidos por Subham Dasgupta, Ph.D., profesor asociado de ciencias farmacéuticas en la Escuela de Medicina Duke-NUS en Singapur, dicen que si bien es probable que haya muchos usos innovadores de las patentes sobre productos biológicos de grado farmacológico actualmente emitidas, también ha habido infracciones significativas de patentes sobre medicamentos resistentes a los medicamentos.
Varias patentes sobre medicamentos existentes, incluidos los anticuerpos monoclonales, pertenecen a la categoría de usos “anormales” para los que las patentes han expirado.
“A medida que las patentes sobre una variedad de medicamentos genéricos están disponibles, los cambios en la protección de patentes se convierten en insumos más importantes para la innovación”, dijo Eynsley.
Esto se debe a la falta de acceso al mercado externo a estos medicamentos, que tienen el potencial de ser “sobrevendidos” a pacientes con necesidades de atención costosas.